domingo, 5 de enero de 2014

La sonrisa en el arte: Madame Lebrun

Brevísimo apunte de la creadora de la sonrisa: la retratista Élisabeth Vigée-Lebrun (1755-1842)




En 1787, con este inocente autorretrato en el que abraza a su hija sonriendo, Madamme Lebrun causó un gran escándalo y fue tildada de provocadora e irreverente. Hasta entonces, en el arte occidental, salvo excepciones como el Laooconte o El éxtasis de SantaTeresa, era una convención aceptada el no mostrar los dientes en las representaciones humanas.

Sólo presentaban la boca abierta los que estaban presos de la pasión, los locos, los plebeyos, los actores representando un papel o las prostitutas.

El equilibrio en el gesto, ausente de cualquier manifestación pasajera, mostraba a alguien cuyo dominio de la razón no debía ponerse en entredicho; además, de otro modo, esas efímeras emociones nos alejarían del verdadero personaje retratado.

Seis años después, en plena Revolución francesa, con su autorretrato, Ducreux, se apuntó a la nueva revolución de abrir la boca.